Gran Hermano 14. Gala 14

Gran Hermano continúa tomando aire de una manera un tanto inexplicable. Ya sabéis que soy de los que se está medio quejando de que este año es todo más aburrido de lo normal, pero estas dos últimas galas de repesca han sido bastante provechosas. El programa de ayer estuvo marcado por la repesca y en un segundo plano por la expulsión de Yessica.

Lo de que la expulsión de Yessica quedara en segundo plano no es cosa de que sea uno de esos concursantes de relleno, es más cosa de que todas las expulsiones en general están quedando por debajo de cualquier otra trama que se inventen para la gala. Si bien todos los años vivíamos la emoción de ver quién salía, este año parece que preferimos ver qué es lo que va a pasar, y luego nos damos cuenta de que ha habido una expulsión y que los concursantes tienen que nominar.

Ella mismo se sorprendía de entrar en el concurso

Yessica es un mueble, pero es que este año no podemos decir que ha sido expulsada por ello ya que en realidad no es que tengamos muebles en la casa de Guadalix, es que tenemos un Ikea entero. Parece además que los gemelos se han salvado de la expulsión porque queramos o no dan mucha vida a la casa, y la cosa está tan sosa que penalizamos más a los que no hacen nada que a los que hacen algo, aunque ese algo sea maligno como el caso de los gemelos. Aunque sigo sin tragármelos les tengo más aprecio como concursantes que hace unas semanas. La entrevista  Yessica fue de las que no sirven para nada, de hecho únicamente le pusieron el video de sus mejores momentos y absolutamente nada más. La cosa tendría más chispa cuando en el momento de despedirse Yessica se dirigió a Saray para decirle adiós y la Milá irrumpió para soltar un hiriente "Saray, no hagas fuerza para llorar" que ella contestó con una cara de mala leche y un "qué asco" por lo bajinis.

Los gemelos contestan a los aplausos

Pero la Milá ayer noche estuvo bien para quien le guste, y como a mí siempre me ha gustado ayer encontré a mi querida presentadora y no a la que llevaba viendo durante gran parte de las galas de la edición. No se puso muy pesada con su ropa y vestimenta (era curioso que con un traje tan payasesco fuera tan bien) y sí que me ganó en dos momentos puntuales que no significan nada pero que oye, a mí me conquistó. El primero, cuando mencionó el The Witcher 2, juego que cualquier día os encontraréis por aquí. No fue una mención directa de ella porque tan sólo leyó un mensaje, pero ver a la Milá decir "The Witcher 2" es algo que jamás hubiera pensado. Ya me sentiría raro oyéndola decir "Super Mario" pues imaginad algo así. Segundo punto, cuando describió el peinado de Álvaro como "de Blade Runner".

No habrá otro momento en la historia para poner esto en una entrada de GH

Se puso pesada con la nueva aplicación Appgree pero no fue culpa suya, ya que eso estaba en el guión. Es una aplicación totalmente gratuita que parece destinada a una interactividad total e inmediata con Gran Hermano llamada a revolucionar el modo de ver y participar en el programa (esto es lo que dicen). Con ella vamos a poder tomar decisiones inmediatamente por medio de votos para decisiones tan variopintas como "la primera pregunta que se le hace al concursante". Por supuesto eso es una tontería, pero las posibilidades del juguetito pueden ser curiosas. No hasta el punto de votar para expulsar de manera gratuíta, pero sí para decidir qué cosas ocurren en la casa de una manera inmediata y consensuada. La realidad es que está muy verde y da un montón de problemas para darse de alta. Si alguien lo ha hecho se habrá encontrado con un mamotreto enorme de condiciones legales y demasiada conectividad con redes como Facebook, lo cual exige un montón de control y de permisos para ejecutar la aplicación. Por supuesto acaba de nacer y es casi un boceto, ya veremos a dónde va la cosa.

Si se hubiera llamado Argi hubiera tenido más éxito

Esta semana ha estado marcada por la repesca (entraron al final Igor y Juancar) y por las visitas de los concursantes intermitentemente. Igor y Sonia han sido protagonistas con sus idas y venidas, y Miriam ha aprovechado para meter baza y malmeter a Sonia contra Igor. Todos recordaréis que pedí la cabeza de Igor casi desde antes de que empezara a ser un estúpido dentro de la casa, pero acabé ayer votando para que entrara en la repesca, y es que ya uno no sabe quienes son los buenos y quienes los malos, lo único que queremos es que se pongan las pilas unos a otros. Dentro de la casa también están muy perdidos y no saben a quien creer. Gran Hermano ha metido demasiado información del exterior, lo cual choca con ese discurso que resuena en nuestras cabezas de "no des información del exterior que les puedes hacer daño". Va a ser cierto lo del daño... El caso es que no se enteran de nada, como nosotros, y esto parece ya un Cluedo a ver quién es tu enemigo. Tampoco creo que tengan claro quién es más querido y más odiado fuera. El ejemplo lo tenemos en los gemelos, que recibieron un aplauso inmenso cuando se dijo que estaban nominados la semana pasada para ver como al final se han quedado dentro, y comprobar ojipláticamente como ahora se han llevado el aplauso por no estar nominados. De verdad que al final creo que no va a ganar el más querido, va a ganar el menos odiado, y eso creo que nunca ha pasado en ningún Gran Hermano.

De izquierda a derecha: Igor, Desi, Kristian, Sonia, Álvaro y Susana

Porque la única que veo ahora mismo con posibilidades para ganar el concurso es Susana, con un porcentaje relativo de méritos propios y una suma tremenda de todos los que apoyan a Argi y ven en ella su espíritu. Recordemos que los Susargistas estaban unidos, así que no cabe duda de que la fuerza de Susana se ha multiplicado. Cabe destacar su gestión del tema Igor. Kristian, el otro candidato a ganar ya casi por herencia, perdió ayer noche una cantidad de puntos irremontables por su actuación con Igor. Le recibió con los brazos abiertos como un amigo pero en cuanto entró al confesionario le quería nominar a pesar de que no se podía. Nunca un "voto en falso" adquirió un sentido tan literal, y es que está claro que Kristian quiere estar con Igor como amigo, pero a la misma vez no quiere defraudar a Sonia. Que haga lo que quiera, pero que no falsee porque fue demasiado descarado. Lorena tiene la solución "es que a mí pareja si veo que la hace llorar yo de ese hombre no quiero saber nada". Di que sí, con un par de narices, tú si que tienes personalidad. La única posibilidad que tiene Kristian es que acabe saliendo loco y deje a Sonia en la casa, de una manera dramática o algo así.

Kris perdiendo el concurso

Otra candidata a ganar es Desireé, la cual es la que está ofreciendo momentos divertidos y simpáticos. Se ha calmado y ahora me cae algo mejor, pero recuerdo sus primeras semanas poniendo a parir a todo el mundo sin conocerlos y... Esta semana está nominada junto a Nacho y a Saray, y además se le ha ido su amiga Yessica, por lo que se ve especialmente tocada. Sigo pensando lo mismo de ella, que hay una especie de prejuicio positivo, y que si la mitad de las cosas que ha dicho las llega a decir por ejemplo Miriam pedimos su expulsión por irrespetuosa y desafiante. Eso de que nos haga gracia el acento y por ello nos tomemos todo lo que dice a guasa por muy canalla que sea me hace sentir a veces solo, pensando que soy el único que se da cuenta.

Al final al concurso no le salió muy bien el intento de juntar en la casa a Miriam y a Igor, pero hemos disfrutado de una semana con ellos juntos en el apartamento para comprobar que no es lo suficientemente divertido como para llenar la casa de nuevo. En cambio, siempre hubiera sido mejor que ver a Juancar hacer de nuevo el mueble, porque manda narices que no aprendamos de los errores. Además, va a estar complicado expulsar a Juancar. En cambio Igor es más susceptible de ser expulsado, sobre todo cuando nos sintamos estafados porque no va a liársela a Sonia en ningún momento. De todas formas la repesca me sigue pareciendo alargar demasiado el programa que estaba agonizante hace unas semanas hasta que han llegado estos balones de oxígeno. A ver si mantiene al menos el nivel, que ya es mucho pedir.

La carrera de Miriam como modelo es desternillante