Uno de los juegos con mayor campaña publicitaria detrás que se hicieron en su época. Earthworm Jim ocupaba portadas de revistas y se vendía como uno de los imprescindibles de la generación. Sus gráficos revolucionarios con animaciones nunca vistas y su sentido del humor abanderaban un juego que, a la hora de ser jugado, no era para tanto.
Jim preparándose para lo peor |
Y no es que me haya puesto a jugar ahora, tantos años después (salió en 1994), y me haya dado cuenta de que es un juego que ha envejecido bastante mal. La realidad es que cuando lo jugué recién salido al mercado me pareció un juego bastante peor de lo que esperaba, con problemas de jugabilidad evidentes y un montón de razones para no apostar por Earthworm Jim como un juego imprescindible. Tampoco salí mucho del armario porque era pequeño y en el colegio todo el mundo decía que era muy bueno. Qué sabrían ellos, si eran todos del Barça. Ahora que lo volví a jugar sentí nuevamente el mismo torrente de impresiones negativas. Earthworm Jim es un juego que nos vendieron, muy por encima de lo que realmente es, y si no fuera por su envoltorio y ese mensaje de "juego imprescindible" que se nos metió en la cabeza sería uno más del catálogo.
Es extraño, porque no es exactamente la jugabilidad lo que falla de manera independiente. El problema parece estar cuando pones las piezas para poner en práctica la jugabilidad. Jim actúa tal y como pensamos, las animaciones son gloriosas y todo es muy fluido, pero a la misma vez todo está demasiado acelerado y en general mal planificado. Un ejemplo de esto es poner, nada más empezar, unos pájaros como enemigos que son realmente un dolor en las pelotas a media noche. Unos bichos que te acompañan todo el rato hasta que te consiguen golpear y a los que cuesta disparar de primeras horrores, todo esto en un escenario (el primer nivel, repito) donde no sabes muy bien por donde ir, donde se juega con las dimensiones y donde todo corre, salta y parece querer acabar con tu vida. Una locura mal entendida.
Nivel exclusivo de Mega Drive |
Pero el juego de Doug TenNapel y David Perry acierta en lo que más destaca. Earthworm Jim es una especie de caricatura de sí mismo, y en las facciones más exageradas es donde gana la partida. El problema precisamente está en esas líneas que trazan el resto de la cara y que unen esas facciones. Como me he puesto tan metafórico es posible que no entendáis a lo que me refiero, así que conviene explicarlo. Earthworm Jim es poderoso en su sentido del humor, y también lo es en unos gráficos y animaciones muy superiores a la media de juegos de la generación. 24 megas de cartucho daban para eso y están bien aprovechados. El problema está en que el juego, lo que une todo ese sentido del humor y esa percepción artística, es bastante incómodo de jugar.
Conviene concretar el tema de los gráficos. No hablamos únicamente de una delicia tecnológica como puede ser Toy Story, hablamos de un diseño bastante personal, con un aspecto visual cercano a los dibujos de la época, jugando con perspectivas y casi como si estuvieran dibujados en la pantalla (no en plan Yoshi's Island). Por mucho que esto acabe muchas veces yendo en detrimento de la jugabilidad cada nivel es distinto del anterior, y en él se representan distintas percepciones de un mundo que no parece tener pies ni cabeza. Esto juega a favor de la locura y el sentido del humor del cartucho, un sentido del humor que tiene a Jim como protagonista y a su contexto como secundario, con unas buenas dosis de parodia y sátira sobre el género del propio juego.
No os fiéis de nadie que hable sobre Earthworm Jim y no ponga algo de este nivel |
Earthworm Jim cuenta con una cantidad inusual de niveles que prueban el ingenio de los desarrolladores. Hay niveles clásicos de plataformas y acción y hay otros niveles más especiales donde el juego realmente se hace especial en comparación con el resto. Niveles donde hay que hacer muchas cosas más que simplemente avanzar y matar a todo bicho que aparezca en pantalla. Contamos además con niveles bonus donde podemos ganar continuaciones que nos permitan hacer un poco más amena nuestra partida, ya que todos los niveles tienen una dificultad bastante elevada, de esta que muchas veces parece injusta y que depende demasiado del ensayo y error.
Uno de los niveles más míticos y originales del juego |
El propio diseño gráfico juega en contra del jugador. Como dije antes, muchas veces nos costará saber si una parte del escenario puede hacernos daño o no, o si está por delante de nosotros o por detrás. Esto es especialmente notorio en los primeros niveles donde un montón de capas dejan paso a un confuso transcurso del juego. A base de jugar memorizamos el camino, pero todo es demasiado caótico e incómodo en las primeras partidas y, aprovechando esos segundos de inmunidad que nos ofrecen al ser golpeados, saldremos por patas a lo loco intentando pasar por alto toda una serie de peligros. Si vas poco a poco saldrás perdiendo, porque el juego es demasiado rápido para esperarte a ti.
Ejemplo de nivel confuso donde no sabes qué pincha y qué no |
La conclusión es que el juego tiene un notable alto en ideas y un suficiente en ejecución. Es especial y distinto, pero demasiado incómodo a la hora de jugar. No es de extrañar que Earthworm Jim 2 sea un juego bastante mejor y más equilibrado, aunque he de reconocer que nunca fue una saga a la que le tuve demasiada estima (como podéis comprobar).
PUNTUACIÓN
5.5
Pobre juego, qué repaso le has dado xDDD
ResponderEliminarYo también recuerdo toda la expectación (ahora llamada "hype", que el inglés es más cool) que creó este juego en su día. Me lo prestaron y me gustó mucho.
Pero lo único que recuerdo claramente es exactamente lo que dices: los gráficos y el sentido del humor.
Así que quizá sea buena idea no rejugarlo, no me vaya a chafar el recuerdo :P
Bueno, haciendo memoria empiezo a sacar cosas menos positivas: los niveles eran lineales (muy lejos de lo logrado en Sonic), y me parecía muy difícil. El submarino de cristal era un infierno. En fin, mejor no sigo recordando :D
Sí, quédate con el recuerdo por si acaso xDD, aunque a todo el mundo en general le gusta, soy yo el que salí un poco desviado.
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