Wario Land 4

¿Pero qué nos ha pasado Wario? Yo recuerdo que nos queríamos, que éramos más que amigos... Tu olor a ajo, tu pequeño problema de avaricia y tu bigote que ganó el concurso de pelo Pantene eran motivo suficiente como para que, cada vez que te tuviera entre mis manos, disfrutara de una experiencia muy reconfortante. Wario Land 4 fue el juego que nuestra siempre estimada rokuso con su blog dedicado a Baroque sobre videojuegos me propuso en ¿A qué juego quieres que juegue?, volviendo a ganaros a todos (sentid su poder). El que parecía el juego que más diversión me iba a proponer acabó siendo el juego con el que más me costó ponerme.

No lo entiendo, de verdad que no. Siempre se me llena la boca diciendo que las 16 bits son la mejor época, que los juegos de plataformas en 2D son maravillosos y que, en definitiva, esta clase de juegos son los que tienen un algo mágico que no tienen los juegos actuales. Wario Land 4 no es sólo eso, también es un juego con un ingenio inigualable, con unos niveles que tienen un diseño con el que otros juegos solo pueden soñar, y con un sentido del humor proporcionado por un personaje principal tan carismático como el mejor de todos los que ha creado Nintendo. Wario se pasa el juego transformándose en cosas, casi como si de un Kirby se tratara, aportando una variedad al juego incontestable sólo superada por la propia variedad de cada nivel. No encontraremos dos iguales, ni siquiera gráficamente.

Una de sus transformaciones

Así que, viendo eso os preguntaréis... ¿qué ha fallado? Pues yo, yo soy lo único que ha fallado, porque objetivamente es uno de los mejores juegos de plataformas que se han hecho, y fácilmente uno de los cinco mejores de todo el catálogo de Game Boy Advance, que no es precisamente una consola mala. Subjetivamente... me parece un juego grandioso, pero por alguna fuerza extraña de la naturaleza, no conseguía picarme. Tarde un montón en conseguírmelo, y no es normal. Cada vez que jugaba me maravillaba con su diseño, con sus niveles (son magníficos y únicos todos, en serio) y con todo, pero cuando lo quitaba tardaba días en volver a él. Es por esto que lo único que puedo decir es que si me hubiera pillado en otro momento (ni siquiera sé cual) podría haberlo disfrutado tanto como para catalogarlo como obra maestra.

Gráficamente inmejorable

Quizá con el tiempo acabe valorando el juego todavía más positivamente. De hecho a día de hoy ya tengo una percepción sobre él todavía mejor de la que tuve al acabarlo. Me parece bastante mejor que muchos Mario, por ejemplo, y si me pongo a pensar sólo se me ocurren un par de juegos que encima pertenecen a otros géneros que me han gustado más en Game Boy Advance. Wario lo tiene todo, jugabilidad, aspecto visual, rejugabilidad incluso... pero sobre todo originalidad como vemos en cada uno de los niveles que componen el juego, todos diferentes entre sí a un nivel como no había visto en un juego de estas características.

Y en cuanto a originalidad también

El juego se divide en cuatro mundos con distintos niveles. En cada nivel debemos encontrar las piezas de una joya para desbloquear la puerta del boss, y además encontrar un CD (esto es opcional) con el objetivo de pasarnos el juego al 100%. El CD suele estar bien escondido, mientras que las piezas de dicha joya aparecen en el camino con cierta frecuencia, aunque requiere de un mínimo de exploración para llegar a ellas. Debemos encontrar además la llave de la puerta que abre la estancia a la siguiente sala. Una vez contemos con todo (bueno, a veces no se puede contar con todo hasta que se llega a este punto) iniciaremos una secuencia de destrucción del nivel que hará que tengamos que volver al principio en un tiempo determinado. El nivel en ese momento cambiará para ofrecer nuevos caminos y nuevas posibilidades que ocultan diferentes secretos. Una carrera contra el tiempo bastante divertida y, aunque intuitiva, algo estresante (debéis saber que yo soy muy enemigo de todo lo que sea correr en un juego).

Time Attack

Wario Land 4 lo tiene todo, unos gráficos de gran nivel, sobre todo muy coloridos, y un diseño gráfico y de niveles inmejorables. Como digo, probablemente uno de los mejores en lo suyo, pero que por desgracia a mí no me enganchó tanto como en un principio creía. Objetivamente es de sobresaliente, pero mi diversión no lo fue, así que sería un hipócrita si me dedicara a ensalzarlo. De todas formas ya podéis ver que en ningún momento lo pasé mal con el juego, ni me pareció sobrevalorado ni nada por el estilo. Me parece un gran juego que entiendo que guste tanto. Quizá algún día, en otro momento de mi vida, me ponga a rejugarlo y vea en el la obra maestra que la gente dice que es en lugar del grandísimo juego que a mí me parece.

PUNTUACIÓN

7.5