Venid a conocer la historia de un GordoCheetos durante el confinamiento mediante los minianálisis de los juegos que han tenido una especial repercusión durante el peor periodo que ha conocido la humanidad en varias decenas de años: un mundo sin fútbol. ¿Vosotros qué tal? Yo me he tenido que enfrentar a verdaderas torturas inhumanas, y es que no sé si lo sabéis pero soy bastante gafe. Ahora veréis por qué, mediante estos pequeños análisis que recogen algunos de los episodios más curiosos de mi vida videojueguil durante el confinamiento.
Si algo ha proliferado durante este confinamiento, además de la venta de cacerolas, eso han sido los juegos gratuitos. Alrededor de 150 juegos gratuitos me he agenciado desde que empezó el confinamiento hasta, aproximadamente, un par de semanas donde dejé de contarlos. No es broma, 150 títulos que se han distribuido en Steam, GOG, Epic y alguna tienda más, sin contar con los regalos de itch.io la cual nunca he utilizado.
Uno de estos juegos ha sido Drawful 2, incluido en sus Jackbox Party pero cuya versión individual apareció gratuita en Steam y la Epic Store, al menos que yo sepa. Un Pictionary junto con el juego del Diccionario que resulta tremendamente gracioso siempre y cuando lo juegues con gente graciosa, la ames o la odies. Porque sí, os he odiado un poquito, no os voy a engañar, porque vaya, si una cosa me ha enseñado el confinamiento es que la gente se acuerda de ti únicamente cuando se aburren. ¿Os dais cuenta cómo giro entre el drama y la comedia? Recuerdo todavía mi pantalla de Whatsapp llena de mensajes de gente diciéndome de jugar a cosas, cuando durante el año ni poquito caso. Claro, esto era particularmente más doloroso cuando acompañaban el mensaje con "ahora que tenemos un montón de tiempo podríamos jugar", cuando en mi caso trabajaba exactamente igual que fuera del confinamiento.
Pero que esa nube de odio tan repentino como sincero no ahogue las risas del Drawful 2, un juego tremendamente divertido del que no sé deciros mucho más. Tan sólo añadiré que no sé cómo evaluar estos juegos de mesa virtuales que además se basan en otros ya existentes, pero si la cosa fuera únicamente tener en cuenta cómo de bien me lo pasé, Drawful 2 se acercaría al sobresaliente.
Y ahí estaba yo, riéndome todavía del dibujo en el Drawful 2 de "hacer un Mortadelo" cuando una tormenta se abalanzó sobre mí. Bueno, sobre mí no, sobre todo Albacete, que luego me llamáis drama queen -no sé por qué-. Dicha tormenta trajo la mayor desgracia del confinamiento: adiós a la tele. Mi tele, o mejor dicho, mi antena, es especialmente inútil, y no nos permite, por ejemplo, verla bien cuando ponemos el belén en Navidad. Se producen interferencias eléctricas y cosas similares. Pues bien, a raíz de aquella tormenta, adiós a la televisión, y absolutamente ninguna posibilidad de reparación hasta el fin del confinamiento. Ahora veremos más sobre esto.
A mí me daba relativamente igual, pero a mi madre que vive por y para Sálvame, pues no, y la pobre bastante tenía con el terror que estaba padeciendo. Así que no hubo debate, Steam Link fue la salvación de esta familia y mi madre dispuso de la tele en el salón gracias a dicho producto, viendo la tele por internet. Ay, con lo mucho que se había quejado la mujer de ver un cable que atravesaba toda la casa para llegar al salón, y ahora le faltaba darle besos al aparatico. ¿El problema de esto? Que ello conllevaba un sacrificio por mi parte de no poder utilizar el ordenador. Para los despistados, el Steam Link es básicamente un Chromecast, un aparato que te permite proyectar lo que se ve en PC en la televisión -de otra habitación, en teoría-. Así pues, mi madre veía Sálvame o el programa de turno en la mitad de la pantalla mientras yo trabajaba en la otra. Sin embargo, no todo es trabajo, por lo que mis ratos de ocio quedaron tremendamente mermados al no poder jugar a ningún juego a pantalla completa.
Para no salir loco, y tras una investigación poco profunda, decidí buscar juegos en mi biblioteca que pudiera jugar en modo ventana, sin sonido, y cuya experiencia final no se viera destruida por todo ese contexto. Amazing Adventures: The Caribbean Secret fue uno de los elegidos. Un juego con tan poca personalidad que he tenido que buscar el título por internet. Me gustan los juegos de objetos ocultos, y éste parecía lo suficientemente cutre como para no necesitar escuchar ni su música ni su FX, cosa que hice por curiosidad más adelante para comprobar que era mejor en mute.
Siempre que hago análisis de juegos de objetos ocultos digo que no acabo de imaginar un juego de este tipo que esté mal hecho, pero vaya si no era posible. Más allá de errores de traducción, es un juego tremendamente repetitivo que te hace pasar por los mimos escenarios hasta cuatro veces, y que incluye pequeños minijuegos entre niveles que de primeras entran bien pero de segundas se acaban repitiendo también más que la morcilla.
El segundo juego que cayó tenía más nombre: Bejeweled 3. De nuevo bajo la premisa de "es ahora o nunca". Aquí sí se nota mucho más la calidad del juego, y la verdad es que quedé sorprendido con la cantidad de desafíos y modos que trae.
Sigue siendo eso, un juego para jugar en ventana y minimizar cuando venga el jefe, pero aprecio mucho el esfuerzo por meter modos y darle al juego un poco más de chicha. Los sonidos mejores que los del anterior, desde luego, pero ideal para mis intenciones de jugar en mute y en ventana mientras seguías la tramaza de Alfonso Merlos y Marta López. Ay, eso sí que era vida.
Cuando mi madre se acostaba, o cuando había un rato sin Telecinco haciendo lo que mejor sabe, Warzone hacía acto de presencia. A día de hoy estoy un poco aburrido del Warzone, por no decir bastante, y es que he ganado las suficientes veces como para sentir que estoy rejugando más que jugando. Al Warzone se le unió el hecho de que mis amigos estaban tremendamente ociosos y por ello se pudo jugar intensamente, siempre que mi madre, o mejor dicho, Jorge Javier Vázquez, así lo autorizara.
Con Warzone decimos lo mismo que con todos los battle royale de los que hablamos en los útlimos años: ha sido listo y ha cogido lo mejor de cada uno de ellos. Esta reflexión es cada vez más una coletilla, y tenemos que ir desprendiéndonos de ella antes de que en el futuro se nos vea como a unos ridículos. A mí, a día de hoy, cualquier juego que tome de referencia el PUBG para hacer justo lo contrario va a estar bien, y es el caso del Warzone. Como añadido que no podemos omitir ni siquiera en el microanálisis, el Gulag, que debería ser requisito mínimo a partir de ahora en cualquier battle royale. Maldito Duty, qué buena que ha sido esta entrega.
Para acabar, un juego que, bueno, no es exactamente de confinamiento pero cuelo aquí porque considero que ya es un poco tarde para hacerle un análisis más profundo, y vaya, que me da pereza. FIFA 20. Sí, como lo oís. FIFA 20. A estas alturas de la vida y principalmente porque una carambola del destino quiso que saliera en Origin Access mientras mi compañero de batallas videojueguiles se lo compraba sin avisar. Maravillado estoy con el juego, en el sentido de que me parece mil veces mejor que el PES 2020, juego que considero uno de los peores PES de la historia.
FIFA 20 me ha pillado de sorpresa porque probé el FIFA 19 mediante su demo y salí horrorizado en términos de gráficos y jugabilidad. No acabo de entender qué pasó, porque según tengo entendido FIFA 20 es esencialmente el mismo juego. En cualquier caso, me estoy tomando estas partidas esporádicas al FIFA como unas vacaciones de Konami, que nunca vienen mal. Eso sí, FIFA 20 a años luz de los mejores PES.
Hasta aquí este especial de confinamiento. Espero que vuestros duros meses sin fútbol hayan sido mejores que los míos, porque madre mía lo que se ha padecido por aquí entre pitos y flautas. Entre Doritos Chilli -juraría que sigo teniendo ese naranjita Donald Trump en la punta de los dedos que sólo te dan los Doritos- y una vida completamente marcada por lo que hiciera Jorge Javier Vázquez, mi confinamiento ha sido algo para contar a los nietos.
Eres el mayor superhéroe de la historia, sacrificándote y dejando que tú madre vea t5 en vez de jugar a pantalla completa al hollow Knight, que no se a que estás esperando, por cierto...
ResponderEliminarCuando pregunté a amigos y por Twitter sobre juegos que valieran para jugar en modo ventana y en mute, algún desalmado me dijo que Hollow Knight. Esa persona sigue con vida, pero por poco.
Eliminar¿Te imaginas que me da por jugar a Hollow Knight en esas condiciones? xDD