SLIDER

24 ene 2019

Frostpunk

Hay cosas que te dejan más frío que estar a 120 grados bajo cero.



No soy para nada el target de Frostpunk. Lanzado en 2018 por 11 bits studios (This War of Mine, Anomaly), estamos ante un juego de estrategia y gestión clásico con énfasis en la toma de decisiones concretas que le dan un empujón a la parte de la microgestión y supervivencia. Un género, el de estrategia, donde nunca me he acabado de encontrar cómodo, pero mi confianza en 11 bits studios hizo que me interesara desde el primer momento, y más todavía después de leer la reacción de la comunidad al juego.


Frostpunk es muy parecido a Tropico, una saga que destacaba por llevar la microgestión a un nivel superior. Cambiad los paraísos tropicales y repúblicas bananeras dictatoriales por un gélido páramo donde aventurarse unos pocos metros más allá del reactor principal que suministra energía implica la muerte por congelación. Fuera de esto, y quitando el extra de las expediciones -ahora entraremos en esto-, no existen grandes diferencias en términos jugables. Sí que destaca una disposición radial que hace que las ciudades queden constituidas por anillos dándole una personalidad especial.

Tu principal quebradero de cabeza será mantener tu ciudad caliente. Deberás cuidar tu generador y dotarle de mejoras constantemente que te permitan extender tanto su radio de acción como su potencia, de manera que sea lo suficientemente flexible para afrontar las caídas de temperaturas sin malgastar todo el carbón que tanto te ha costado recaudar. Te tocará jugar con el sobrerrendimiento para proporcionar un extra cuando no sea suficiente, aunque esto puede provocar la explosión del reactor y el final del juego. Tienes otros aliados, como calefactores en los edificios y pequeños enclaves que emiten calor para extender la zona de calefacción, pero prepárate para doblar o triplicar gasto en carbón si los enciendes.


La interfaz es bastante amigable, y dentro de lo denso que es este género no es un juego extremadamente complejo. Además de múltiples construcciones y ramas de desarrollo, el juego cuenta con un muy útil mapa de calor que permite que actives manualmente los calefactores y te hagas una idea de qué edificios necesitan un extra de calor. Sí que es verdad que eché de menos un poco de variedad visual, porque todos los edificios se ven bastante iguales, y cuando tienes una ciudad grande cuesta encontrar un elemento en particular. También tiene algunos problemas a la hora de mover la cámara con el ratón (se puede usar el clásico WASD), pero nada especialmente serio.


Donde sí existe diferencia es en el trato de la campaña principal. Un primer escenario, la base del juego, nos trae una campaña que te puede dejar devastado. Te transmite unas sensaciones tan deprimentes y tan duras que me cuesta recomendar Frostpunk a todo el mundo. No he jugado a This War of Mine, pero según sé Frostpunk toma mucho de ello, sobre todo en cuando a estados de ánimo. Además, la música, más que sobresaliente, te empuja a cada uno de los diversos estados emocionales que se te presentan, que pasan tan fácilmente de la pérdida total de esperanza a la epicidad de conseguir lo imposible.

Una campaña inusual, que yo equipararía a lo que pasó con Half-Life en el mundo de los FPS. Repito, no soy un experto en este género, pero estoy convencido de que pocos juegos han sido capaces de presentar una campaña tan bien elaborada en un género tan poco controlable como son los juegos de gestión/estrategia. Sí, hay juegos de este tipo con modo campaña, está claro, pero se suele estructurar en pequeños escenarios y no sigue un orden tan lógico como en Frostpunk. Es un juego donde, incluso siendo tan bueno como tal, acabas jugando por resolver la historia. Todo ello se introduce desde el minuto uno con una secuencia de introducción que ya te va dejando semillas de desesperanza en tu corazón.


Llegado un punto, tu ciudad desarrollará una baliza que permitirá expediciones, pieza clave más que nada en el desarrollo del modo campaña. Cada expedición irá casi siempre ligada a una toma de decisiones que puede ayudar o perjudicar tanto a los miembros de la expedición como al propio desarrollo de tu ciudad.

Y esta toma de decisiones será lo que marque el verdadero plus de Frostpunk. Tuyas serán todas las elecciones y te tocará hacer sacrificios inhumanos. ¿Acogerás en tu ciudad a un grupo de niños? ¿Les acompañarás hasta tu campamento perdiendo un tiempo muy valioso, les indicarás dónde están para que tan sólo algunos puedan llegar o les abandonarás a tu suerte? Si tomas esta última opción, ten por seguro que el juego se encargará de recordarte sus llantos mientras te alejas en la distancia. ¿Decretarás una ley que obligue a los niños a trabajar? ¿Construirás un cementerio para los cadáveres que permita controlar la esperanza de la gente o meterás los cadáveres en neveras para extirparles sus órganos o convertirlos en fertilizante? ¿Harás jornadas laborales de 24 horas? ¿Atenderás a esa mujer que te pide una ración extra de comida para su hijo enfermo? ¿Tomarás el camino de la religión y te alzarás como un semidios cuya palabra es ley creando una especie de "policía religiosa" que fustigará a los dubitativos o tomarás el camino del orden que te permitirá ser un dictador opresor que con campañas de propaganda y ejecuciones públicas evitará cualquier desviación de lo que tú tienes planeado?

Así en frío parece obvio, pues escogí la tercera

Tu principal objetivo será sobrevivir, y el juego te enseña la facilidad que tienes para perder tu humanidad en una situación extrema. Probablemente la primera decisión te lleve mucho tiempo, pero en las últimas dejar abandonado a un grupo de supervivientes para ti será tan complicado como elegir entre el ketchup o la mostaza. Cada decisión tiene en la mayoría de sus casos un pro y un contra que influirá en los niveles de esperanza y descontento de los supervivientes.

Una vez terminada la campaña principal, de unas 10 horas y una dificultad exigente pero factible -no tuve problemas en pasármelo en la primera partida, aunque requiere de mucha atención-, te esperan nuevos escenarios con los que lidiar que expanden el universo de Frostpunk y lo vuelven todavía más profundo. Desde un grupo de ingenieros encargado de mantener el calor en unas semillas que aseguren la continuidad de la raza humana hasta la caída de una gran ciudad a manos de la tormenta final. El prisma cambia en cada escenario, pero las sensaciones no. El éxito de cada campaña te deja una terrible sensación de pena y devastación, tanto, que cuesta volver a empezar con la siguiente trama a pesar de que el juego te encanta.


Un timelapse al final del juego te recordará el precio que has tenido que pagar para sobrevivir, y hará más patente que los desarrolladores están encantados de que te vayas traumatizado a la cama. Eso sí, con un gusto a la hora de liarte entre sábanas que te cura todos los males, porque más frío no has podido pasar.


Copia de prensa proporcionada por 11 Bit Studios. En ningún momento las opiniones vertidas en este texto se han visto influenciadas por este hecho.

4 comentarios :

  1. Este ha sido sin duda ti mejor análisis de lo que llevamos de año

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    1. Gracias! La competencia era muy dura, pero he conseguido superarme :,,,)

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  2. Yo si soy el target de este juego y debo decir que te has lucido de una manera espectacular con esta review. Excelente trabajo colega. Saludos!!!

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    1. Oh, muchas gracias *_*.
      Pues si eres el target ni lo dudes. Si yo que no estoy cómodo en este género le he acabado plantando una nota tan alta para los estándares de El BloJ, no quiero imaginar lo que puede disfrutar alguien que sí lo esté.

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