SLIDER

14 ago 2017

Nidhogg 2

Ensarta a esos malditos enemigos y alcanza la gloria en el vientre del gusano.

Podéis ver el gameplay del juego aquí.

Nidhogg 2 ha visto la luz tras un profundo desarrollo. Tras el éxito del primer Nidhogg en 2014 y con el juego Flywrench únicamente de por medio, la compañía Messhof ha depurado todavía más si cabe el sistema de juego que le llevó a ganar numerosos premios en su año. Un sistema sencillo pero con bastantes implicaciones jugables que ahora se agranda todavía más.

Esto es algo así como Bit.Trip Runner 2, un juego que en esencia es el mismo título que su predecesor pero que ha apostado por una renovación visual especialmente llamativa, además de incluir ciertos añadidos que, ya os anticipo, no son suficientes. Nidhogg 2 es más, aunque no tanto mejor que la primera parte.


Seamos sinceros, el juego se ve muy feo en cuanto a los personajes. El cambio es muy brusco y desentona un poco en nuestros cerebros. El arte grotesco de Toby Dixon necesita de cierta asimilación, pero la verdad, acabé muy contento con él. Una vez pasa la primera impresión lo acabas aceptando y encaja con la naturaleza del título. Los escenarios sí que entran por los ojos más fácilmente y suponen un salto de calidad que quizá a muchos no guste porque Nidhogg tenía un interesante punto minimalista.


El acabado visual por tanto, lo más novedoso del juego, es aceptable. Donde tropieza Nidhogg 2 es en ofrecer una experiencia nueva, algo que justifique esta secuela. Nidhogg 2 presenta como únicas novedades jugables nuevas armas: una espada pesada, un arco y una daga además de la espada/florete con la que ya jugábamos en la primera parte. Cada una de estas armas tiene distintas implicaciones estratégicas y su aparición es aleatoria. El equilibrio entre las armas está muy bien llevado. Todo lo demás, absolutamente todo, son meros extras que enriquecen un poco la experiencia sin llegar a ser verdaderas novedades jugables.


Animaciones bien pulidas para el nuevo arte visual del juego, un modo competitivo online, un torneo para jugadores locales y un modo arcade que sigue funcionando como modo historia y del que sólo puedes sacar una puntuación basada en el tiempo. El juego ofrece además la opción de crear tu propio personaje eligiendo cada una de las partes de su cuerpo o simplemente generándolo aleatoriamente -suele ser más divertido-. Nidhogg 2 es desgraciadamente el mismo juego que Nidhogg 1, ni más ni menos. ¿Lo hace esto un mal juego? En absoluto, pero hubiera sido interesante darle una vuelta de tuerca y haberse atrevido con algo más valiente. Nidhogg 2 hubiera ganado mucho si, por ejemplo, los escenarios se produjeran de manera procedural, o si se hubieran incluido muchos nuevos modos más allá de lo que ya conocíamos.


Nidhogg 2 es un buen juego, tenedlo muy presente. El aura negativa que desprende este análisis es sólo debida a que no es más que una especie de remake del juego original con especial atención al acabado visual, pero si el primer juego ya era bueno éste es todavía mejor sólo por los pequeños extras que añade. Para que nos entendamos, esto es como pedir doble de bacon en tu pizza: no va a cambiarte el sabor, pero qué demonios, ¡es doble de bacon!


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