LAS VIDAS DE SLAY THE SPIRE

Secuestrado desde 2020.

Hola. El BloJ sigue vivo. No os preocupéis. Lo único que ocurre para tener este hiato es que ahora mismo solo tengo ojos para Persona 5, y entre que la actualidad está paralizada y que no completo juegos para plantaros análisis, parece que he fallecido.

Sin embargo, no todo es Persona 5. Mi vida realmente sigue igual desde 2020, momento en el que jugué por primera vez Slay the Spire. Tampoco quiero que cambie, la verdad, porque yo ya he encontrado mi zona de confort. No es la primera vez que hablamos de Slay the Spire, desde luego. Numerosas son las veces que nos hemos referido a él como un pozo de horas del que soy incapaz de salir. Cuando lo conseguí una vez, pulsando el botón de desinstalación para evitar tentaciones, llegó Phil Spencer para meterlo en el Game Pass y tenerlo disponible desde la nube, es decir, sin necesidad de instalación alguna, a un toque de dedo desde mi móvil con, además, controles táctiles, dándole una segunda vida.

Desde entonces, el ritual de Slay the Spire se mudó a la noche, con el peligro que eso conlleva. Meterse a la cama y echar la partida se ha traducido en numerosas horas de sueño robadas. Sin embargo, tras completar una y otra vez el juego, llegué al punto de sentir que quería jugar más pero que el juego no me ofrecía ya nada. Paralizado en ascensión 2 -modos alternativos con incremento de dificultad considerable- y viendo absolutamente imposible subir más, abandoné finalmente la droga, convencido de que había tocado techo y que todas esas capturas donde veía a gente en ascensión 10 eran de dementes. Había llegado el momento de decir adiós, por fin, a Slay the Spire.

Solo que no.

Porque una noche de ocio más, huérfano de juego, me llevó a volver a caer. Culpa de nuevo de Phil Spencer por ponérmelo a un toque. Empecé a jugar y, en esa partida, se me olvidó conseguir una de las llaves que te llevan al final verdadero. Lamentando mi estupidez, llegué al final normal para comprobar que... ¡es el único requisito para subir la ascensión! Fue entonces cuando Slay the Spire ganó su tercera vida, y los días siguientes, y ya estamos en la actualidad, se resumen a mi persona subiendo las ascensiones con un porcentaje de victorias elevadísimo. Un claro resumen de que yo solo me complico la vida.

Aquí, para la historia, el momento dramático donde a la 1 de la mañana de un frío 11 de diciembre paso la ascensión 2 con el posterior tweet a las 4 y pico anunciando que iba por Ascension 5.

Esto ha envejecido fatal porque descubrí que no se necesita el final auténtico para que te cuente la Ascensión y ya voy por Ascensión 5 xDD

— NeoJin (@NeoJiin) December 11, 2022

Ahora mismo, en ascensión 8 -todos obviamos a La Vigilante, ¿verdad?-, solo me pregunto cuál será la cuarta vida de Slay the Spire, porque ya asumo que solo Slay the Spire 2 sería capaz de sacarme de esta espiral Junji-Itoiana en la que estoy sumido. No mandéis ayuda, es muy tarde para mí.