Shin Megami Tensei: Strange Journey

Mi querida rokuso propuso con todo su amor en el especial "¿A Qué Juego Quieres que Juegue? Gold Edition #1" este Shin Megami Tensei: Strange Journey. He sufrido. Mucho. Muchísimo.

El traje no puede ser más feo

Ante todo es un juego grande, muy grande en todos los aspectos. Ya no me vale la excusa de que soy un novato en esto de los Shin Megami Tensei porque ya es mi tercero (bueno, sí, soy un novato, pero como mínimo ya sabes qué esperar), pero quedé sobrepasado por su propia grandeza, y por su dificultad, ya que de los tres que he jugado me ha parecido el más difícil (Persona 4, Devil Survivor y ahora este Strange Journey).

La historia es muy atractiva. La Tierra se ha visto "atacada" por una extraña zona que se va expandiendo poco a poco sin interrupción y que parece que va a comerse el planeta entero. Formamos parte de un grupo de élite encargado de meterse dentro de esta zona conocida como Schwarzwelt y ver un poco qué se cuece dentro. Por supuesto, lo que nos encontraremos allí no sólo será hostil, sino que además jugará con nuestras enclenques mentes mostrando escenarios que reproducen paisajes humanos comunes.

Dentro del Schwarzwelt conoceremos un montón de criaturas con las que interactuar. Estas criaturas se dividen en demonios, ángeles y neutrales, y podemos "reclutarlos" como ocurre en otros Shin Megami Tensei. Para hacerlo, debemos (y esto es de lo mejor del juego) hablar con ellas en medio del combate y conseguir un resultado lo suficientemente amigable como para pedirles que se unan a nuestro grupo. También podemos pedirles dinero y objetos, pero conseguir que se nos unan será el objetivo del 90% de nuestras conversaciones. Así, tendremos que superar pequeños cuestionarios e intuir un poco la personalidad del demonio para caerle en gracia. Muchos de ellos intentarán engañarnos, y una vez nos han quitado dinero/objetos/HP/PM necesarios para el trato decidirán que al final no vienen con nosotros.

Fallar en una negociación nos otorgará dolor

El caracter neutral/demoníaco/angelical de cada enemigo es fundamental a la hora de afrontar los combates, y es que cada vez que consigamos el ansiado "weak" en uno de nuestros ataques, se activará un ataque especial que irá en función de la alineación de los que nos rodean. Si un personaje neutral consigue asestar un golpe débil y no tenemos ningún compañero neutral, no habrá ataque especial. Si por el cambio todos los demás son neutrales el ataque especial infringirá una cantidad muy considerable de daños extra.

Por supuesto, nuestro personaje principal también podrá cambiar de alineación en función de la historia y de las respuestas que vayamos dando en ella. Así, tendremos que tomar el camino de la neutralidad, de la "ley" o del caos para posicionarnos finalmente (o no) y llegar a la diferente gama de finales que ofrece el juego. Lo mejor de Strange Journey es que uno no acaba de discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Creo que nunca me había encontrado con un juego donde no sepas exactamente qué es lo adecuado. Aquí simplemente son dos bandos, demonios y ángeles, y cada uno de ellos tiene distintos intereses, así que pensar que los ángeles son los buenos es sin duda erróneo. Tendrás que avanzar conforme a lo que vayas pensando y llegar así a un final que siempre sabe agridulce.

Si además de haber jugado ya a algún Shin Megami Tensei añadimos que también he jugado a cosas como Etrian Odyssey podemos decir que estaba lo suficientemente vacunado como para enfrentarme a un juego así, y es que Strange Journey es un dungeon crawl pensado en mayor parte para tocarte las narices en la mayoría de sus mazmorras. El Schwarzwelt se divide en unas cuantas zonas (más de las que se podría esperar en un principio) las cuales tienen muchos pisos. Es bastante similar al Etrian Odyssey, sólo que aquí no hay que dibujar el mapa (que a mí me gustaba eso, ojo).

Mazmorras enormes, y algunas de ellas horriblemente enrevesadas. La dificultad de Strange Journey pasa por dos aspectos. El primero, la dificultad pura de Shin Megami Tensei (la que esperas) que hace de cada combate un peligro constante de muerte, y que es capaz de matar a tu personaje principal (y otorgarte un inmediato game over) en un turno aunque tengas nivel 99 simplemente porque la aleatoriedad de ciertos golpes recaen sobre ti repetidamente y no sobre algún otro demonio. El segundo, esos mapas infernales que, si bien son encatadores, son capaces de perderte por mucho mapa que uses.

Y es que en las mazmorras muchas veces se encuentran orgías de teletransportes que te hacen perderte fácilmente. En determinados mapas la cosa es excesivamente frustrante, ya que hablamos de una dificultad muy poco controlable y que además puede hacerte caer en trampas que te envenenarán o influirán cualquier otro daño horripilante. Es un masoquismo encantador por el que pasas y que te hace volver una y otra vez aunque a veces acabes enfadado con tu consola. Además, hay un montón de pasadizos ocultos que te llevarán a diversas recompensas, misiones especiales y, muchas veces, a continuar la propia historia. Si tienes la sensación de haber llegado a una habitación cerrada y estás convencido de que la historia te ha llevado ahí, es muy probable que haya una puerta oculta por la que poder continuar.

Aquí el mapa del primer piso del sector Eridanus, por un tal zelos71

Técnicamente es un tanto irregular. Los gráficos, sobre todo el diseño de los demonios/ángeles son buenos, pero los escenarios quedan un tanto deslucidos. Con la música en cambio ocurre algo muy curioso, y es que es tremenda, pero parece que no acaba de pegar con la DS. Es la primera vez que veo que la DS se queda pequeña en algo. En cualquier caso, una gran banda sonora aunque todas las canciones suenen como la de "los animales de dos en dos ua, ua".

Con todo lo grande que estoy diciendo que es el juego... ¿en qué me ha fallado? En más cosas de las que parece. Más allá del masoquismo que suponen los mapas, que en el fondo me gusta así, tenemos otras cosas que podrían haber fucionado mejor. Por ejemplo, en el sistema de reclutamiento de demonios mediante conversaciones lo único que tienes que tener es suerte. Un mismo tipo de demonio puede requerir distintos tipos de respuestas, así que si te falló una respuesta una vez en ese demonio y te lo vuelves a encontrar puede que funcione, lo cual hace que no tengas mucho control sobre la situación. Hay aplicaciones que permiten suavizar esto, necesarias como agua de mayo.

La historia está bastante bien, pero se extiende demasiado en texto innecesario. Demasiado tiempo hablando que hace que la atención se disperse en muchas ocasiones, sobre todo cuando acabas de terminar una batalla épica y necesitas grabar imperativamente.

El juego es demasiado exigente con el jugador. No hablo de la dificultad base que mencionaba, hablo ya de que practicamente exige tener casi el mejor equipo posible y la mejor combinación de demonios/ángles posibles para encarar el enemigo final. La mayoría de estas mejoras se encuentran en misiones secundarias que mucha gente que no juega los juegos para pasárselos al 100 % ni siquiera encontrarán. Esto hace que la batalla final sea especialmente difícil.

Strange Journey daría para hablar mucho más de una entrada. Es un juego enorme en todos sus aspectos, y domarlo requiere un montón de paciencia. Sin duda una horrible opción como primer Shin Megami Tensei, pero muy buena para aquellos que ya han sido violados por Atlus unas cuantas millones de veces.