Tour del Bernabéu

Como os dije hace y mi entrada sobre el viaje a Madrid, el momento álgido fue la visita al Santiago Bernabéu. El tour del Bernabéu está muy bien, bueno, imagino que como casi cualquier tour que puedas hacer de un club, pero mi espíritu cani vikingo hace que la experiencia fuera inolvidable. 

Y me tocó la entrada de Cristiano Ronaldo *_*

El tour comenzó subiendo a la torre B (sí, la torre de B., debe ser una muchacha importante), donde se te ofrecía una panorámica del estadio. Cuando lo vi tuve dos sensaciones, la primera que era gigantesco, más grande de lo que creía incluso y mira que iba preparado para lo mejor. La segunda, que el terreno de juego es muy pequeño. Por la tele se ve inmenso, pero una vez allí no lo parece tanto. También me llamó la atención lo bien que se veía el campo desde lo alto, tirando por tierra ese mito de “para qué vas a pagar una entrada en el asiento más alto si no vas a ver nada.

El templo

Portaconguitín se emocionó al recordar a Adebayor

Luego bajabas a empaparte de historia madridista al museo, donde empiezas viendo cosas muy interesantes como los tacos de las botas con las que se jugó el primer partido, las camisetas de las distintas épocas o la primera página de los estatutos del club.

♥

♥♥

♥♥♥

La segunda parte del museo ya se centra en las copas. Por un momento, inocente de mí, cuando salí de aquella primera parte pensé “¿pero y las copas?”, pero tranquilidad, que era lo siguiente. Empiezan con las copas menores de torneos de hace la pera y va subiendo en la jerarquía futbolística hasta llegar a la grandeza de las nueve copas de Europa. Para fardar de palmarés ya está la Wikipedia, así que nada más que decir. Bueno sí, que los torneos de verano, esos que ganaba siempre en el PC Fútbol con el Valencia son inmensos, el Teresa Herrera o el Colombino me llamaron mucho la atención. No sabía que eran tan gigantescos. El resto de copas más o menos como las esperaba, de tamaño y todo eso.

El mamotrético Teresa Herrera

La épìca Copa del Rey del año pasado

El sueño de todo club

 También tenían el carné de jugador de algunos jugadores, y cosas como las botas con las que Mijatovic ganaba la séptima copa de Europa.

Para infartarse

Iker Casillas, Higuaín, Özil y Cristiano Ronaldo

El carné de Di Stefano

Raúl, antes de dejar el fútbol por la minería

Más madridista en su estancia que otros en toda su historia

Amorosidad

Después salías nuevamente al campo desde otra perspectiva. No recuerdo la de veces que sales al campo, creo que tres veces o así. Yo cada vez que salía me moría por dentro. Allí nos sentamos un rato (lo mejor del tour, que era algo que me preocupaba, es que vas sin guía y puedes estar todo el tiempo que te plazca) y nos bebimos un batido ante la atenta mirada de un hombre de seguridad que decía con la mirada “aquí no se puede beber/comer”.

Acto seguido ibas bajando al campo, hasta estar cerca de una de las esquinas y poder imaginarte ya a ras de suelo a Beckham lanzando un córner. Volvías a subir esta vez para sentarte en el palco vip (si mal no recuerdo) y finalmente bajabas al campo a los banquillos, donde podías sentarte y sentirte Mourinho durante un rato. Sentarse ahí para un madridista es bien mágico, imaginaos, poner el culo en el mismo sitio donde lo puso Raúl es legendario. Las fotos bajan de calidad porque son con mi móvil, que se gastó la batería de la cámara.

De camino a los banquillos

Olía a culo de Raúl *_*

Tras ese éxtasis bajabas por la escalerilla que siempre sale en los derbis, donde ves una reja y a los dos equipos enfrentados con la mirada en la tele. La salida al campo desde túnel de vestuarios es tan imponente como imaginaba. Los vestuarios, pues algo pijos pero tampoco os creáis que me impresionaron mucho, de hecho solo tenían dos wáteres y no eran gran cosa. Había jacuzzi y zona especializada para el tratamiento de lesiones (o para masajes sin más), y las duchas un poco pequeñas donde el “uy, que se me cae el jabón” reinará.

Jacuzzi

Las duchas de la felicidad

Continuabas, ya terminando, por la sala de prensa. Yo estaba ya loco en éste punto, que no sabía nada del tour y no esperaba casi ni ver el estadio, esperaba algo así como solo la parte del museo o qué se yo. Bueno, la sala de prensa es chiquitina, al menos en comparación con lo que esperaba, y era muy… no sé cómo decirlo, muy amarillenta. Acostumbrado a ver el fondo blanco lleno de bwin, que ahí estaba también, al mirar a la sala en su conjunto la ves distinta, y bastante más oscura (bueno, imagino que la iluminación cambiará cuando salen a hablar, claro).

La sala de prensa, 100% HD

Y finalmente, y de esto no hay fotos, salida del tour por la tienda, donde por económicos precios puedes tener hasta una baraja de cartas del Madrid.

En definitiva una experiencia maravillosamente maravillosa como pocas, que colmó mis expectativas y que es 100% recomendable al madridismo, o incluso a los fanáticos del fútbol. No es caro para todo lo que ofrece ni mucho menos.