SLIDER

3 sept 2019

BATTLEFIELD V: LA GUERRA QUE EA NO QUERÍA LIBRAR


Envuelto en diversas polémicas, Battlefield V es un juego cuyo contexto ha ensombrecido todas sus virtudes. Un ejemplo más de un buen juego pero un mal producto.




Battlefield V es un buen juego, tanto como innecesario. Podríamos decir lo mismo casi de cada una de las entregas de cualquier saga que tenga un gran número de títulos, pero lo cierto es que a Battlefield se le dice más por inercia que por otra cosa. Battlefield 3 fue un salto muy importante, aunque Battlefield 2 siga reinando en los corazones de muchos, y sí, Battlefield 4 es un juego que no aportó absolutamente nada. Llegaría la excentricidad de Battlefield Hardline, una excentricidad que no se entendió pero que fue un mal necesario. Todavía en este Battlefield V vemos mecánicas que fueron implantadas en aquel Hardline.


Así, llegamos a Battlefield I, el mejor Battlefield al que he jugado. Una buena campaña y un sensacional online. Todo era tan bueno y de alguna forma fresco que tampoco podemos criticar demasiado a Battlefield V por exprimir más la fórmula, pero tampoco podemos pasar por alto que es un juego que, realmente, no es necesario.




Vayamos por partes. El online está bien, pero el de Battlefield I era directamente mejor. Llámalo mejores escenarios, llámalo modos con más sentido, la realidad es que Battlefield V queda por debajo de aquel juego. Puede que todo esto se deba a que DICE optó por un multiplayer resultón, básico, y no nos equivoquemos, tremendamente funcional, para centrar sus esfuerzos en Firestorm, el battle royale casi obligado en los tiempos que corren y que fue la segunda gran piedra que se encontró EA en el camino, teniendo que posponer el lanzamiento de este modo hasta después de su aparición en el mercado. Un camino, el del multijugador, demasiado irregular y apresurado.


Y mencionaba que era la segunda piedra en el camino porque, antes de meternos en materia de juego, hay que mencionar la campaña de marketing de este Battlefield V. La campaña tan agresiva con lo que son tus propios jugadores no fue en absoluto acertada. No tardaron en llenarse los foros y los comentarios de Twitter de "EA se sube al carro del feminismo" al incluir en la portada una mujer, y dedicar una de sus historias del modo campaña -y aquí la desinformación de creer que la campaña completa estaría capitaneada por una mujer- a esta protagonista. EA se pasó de frenada, y su discurso fue "si no te gusta esto, no lo compres", y vale, puede estar más de acuerdo con el mensaje de todo esto, pero semejante desafío fue un "no hay huevos" para una masa ya enfadada -con la vida más que con otra cosa- que, efectivamente, no compró el juego, convirtiendo a Battlefield V en un fracaso considerable al compararlo con otros títulos lanzados.




Entre esto, y el retraso del battle royale Firestorm, las partidas empezaron a vaciarse y Battlefield V nunca llegó a arrancar definitivamente, lo que hizo que pronto se pusiera de manera "gratuita" en los servicios de suscripción de Electronic Arts. "Dead on Arrival".


Toda esta tormenta de fuego, si me permitís la referencia, ha ocultado un juego verdaderamente bueno y, sí, tremendamente continuista. Tenemos siempre la mención gráfica, que sigue estando un peldaño por delante de casi todo lo visto pero sí en más igualdad de condiciones a su anterior título, Battlefield I, que sí supuso una mejora notable con respecto a Hardline. Battlefield V es, visualmente, casi el mismo juego que Battlefield I, pero centra sus esfuerzos en su hermandad con la tecnología Ray Tracing de Nvidia, convirtiendo a Battlefield V en el buque insignia de demo técnica de la nueva virguería visual de Nvidia (y cada vez menos exclusiva de Nvidia).




Continuista también en su modo campaña, también muy bueno como le pasaba a Battlefield I, pero claro, no es lo mismo comerte la segunda porción que la primera. Adoro la fórmula de las historias de guerra, que basan la campaña en microsituaciones de 1 hora y poco de duración donde se cuentan historias no ya de guerra, sino de personas. La guerra es el contexto, y las personas y sus tramas los verdaderos protagonistas. Battlefield I y V consiguen tocar fibras internas, y consiguen hacerte ver en todo momento que lo que estás jugando te puede parecer divertido, pero la guerra es algo terrible y nunca deseable. Parece una obviedad, pero juegos como Call of Duty y el 99 % de los juegos bélicos, incluyendo los antiguos Battlefield, casi parecían una oda al heroísmo, a la épica y a sacrificar tu vida por tu país. Las historias de guerra de los últimos juegos de Battlefield tienen otro tono, y dejan un sentimiento mezcla de derrotismo y tristeza que funcionan a la perfección.


El juego tiene menos historias de guerra que Battlefield I, aunque ganan en cuanto a mundo abierto. Mapas más grandes, más libres, pero que tampoco tienen unas mecánicas tan elaboradas como para afrontar distintas estrategias. Hay gran sensación de libertad en general, pero no tanta de control. Aún así, merecen mucho la pena y sigo agradeciendo que se sigan teniendo estos pequeños guiños al single player en juegos netamente multiplayer.




Las campañas presentan escenarios variados, que luego también recorreremos en los mapas multijugador. Al contrario de lo que solemos ver y potenciando esa sensación de contar tramas de personas y no de conflictos bélicos, los contextos son más de guerra entre las sombras, infiltración y circunstancias puntuales por encima de grandes batallas en campos abiertos. Las emociones son más individuales que colectivas.


Battlefield V tiene un montón de detalles que lo convierten en un juego muy cuidado. Más de lo que quizá cabría esperar. El increíble momento de cantar "It's a Long Way to Tipperary" durante la primera historia de guerra, enlazando todo con Battlefield I, o composiciones como Under no Flag van totalmente acorde con las sensaciones que he mencionado y que Battlefield se encarga de perseguir durante todo el juego en todos sus modos. Tengo la sensación general, de que es un juego mucho más trabajado de lo que realmente era necesario. Quiero decir, Battlefield V hubiera vendido lo mismo con un juego más descuidado.




Desgraciadamente, el contexto no ha acompañado a Battlefield V y dentro de no muchos años poca gente hablará de él. También es culpa de un Battlefield I que hacía casi lo mismo, sólo que con el don del pionero, y puestos a recordar nos quedaremos con el anterior. Es una pena que por factores más bien externos y por un lanzamiento bastante desastroso se hayan cubierto todas las buenas cosas que tiene el juego.



2 comentarios :

  1. Battlefield V es el mejor ejemplo de lo que en el mundo alglosajón se conoce como "Get Woke Go Broke" que últimamente está plagando la industria en general, desde los videojuegos hasta los productos de aseo personal (si Gillette, es contigo). Esperemos que la industria aprenda y corrija su rumbo antes que veamos un quiebre masivo de empresas. Buen análisis. Saludos.

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    1. Tal cual! Y lo peor de todo es que luego el juego no se metía en lo que se promocionaba, era todo una herramienta de marketing mal usada y a la misma vez mal entendida. Verás como el siguiente Battlefield no tiene polémica de ningún tipo...
      Gracias por tu comentario!

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