SLIDER

22 sept 2017

Hellblade: Senua's Sacrifice

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Día 1 (Tiempo de juego - 40 minutos): Tal y como nos ha pasado a todos, muy impactado por la ambientación y todo lo relacionado con lo visual, pero sobre todo por el audio. He luchado un par de veces y he resuelto un par de puzles. De momento bien, pero como me conozco ya -y ya son muchos cuadernos de bitácora- me voy a esperar un poco antes de ensalzarlo tanto como estoy leyendo por ahí.



(Tiempo de juego - Dos primeros bosses derrotados): ¡Vaya! No esperaba un juego tan bueno después de los temores iniciales. Es cierto que es más película que videojuego, pero la parte de juego está muy bien llevada. Los combates son algo sosos porque los enemigos se van repitiendo, pero a la misma vez los controles son intuitivos y tremendamente precisos. Da mucho gusto pelear, y es tremendamente salvaje desde un punto de vista realista. Lo del audio es una barbaridad.



¿Cuántas veces os ha pasado que habéis empezado un juego y su introducción os ha enamorado?  (le encanta empezar con preguntas) ¿Cuántas veces habéis deseado que la verdadera estructura del juego no llegara nunca porque sabéis que el ritmo narrativo y los giros eran cosa de un momento puntual? Atraviesas una pequeña zona para la introducción y llegas a un mundo abierto completamente vacío, o mejor dicho, lleno de coleccionables y misiones secundarias que te deparan unas seis horas de historia y treinta de no hacer nada (bien que te las tragas siempre). Hellblade: Senuás Sacrifice es como una gran introducción, un juego que durante sus seis/siete horas mantiene esa sensación de estar viendo algo cuidado al milímetro.

Desde el primer momento sabes que está hecho de otra pasta. Cine de autor. Necesitas un juego así entre tanto juego. Hellblade es, a día de hoy, uno de los primeros juegos que te recomendaría si tienes una de esas bibliotecas de Steam con más de 500 juegos (ya está otra vez fardando de su biblioteca de Steam, a nadie le importa), y a la misma vez sería de los últimos que mencionaría si estás empezando en esto, y es que Hellblade es durante mucho tiempo casi un antivideojuego. El producto que desarrolla y edita la misma Ninja Theory (Enslaved, DmC) (¿por qué no dices que es un juego indie?) es un walking simulator, un juego de puzles y un hack and slash y a la misma vez no hay nada de eso. Hellblade es Hellblade.



No es de extrañar que por la cabeza se te pase un juego como Ryse: Son of Rome. Un juego que a mí me gustó bastante (le pusiste un 7, no era tan bueno), pero del que entiendo todas sus críticas. Hellblade no llega a tener ese tufillo a demo técnica en ningún momento, y se contempla como una obra completa. Los combates y sobre todo su obsesión por la excelencia audiovisual le acercan a aquel juego de Crytek, pero tienen en común lo mismo que El Muñeco Diabólico tiene con Psicosis (hay cien mejores ejemplos que éste).

Su apartado visual, ambientación en general y esa sensación de extremo control de Ninja Theory sobre cada paso que das en Hellblade te lleva a jugarlo a un ritmo distinto. Creo que es el primer juego que completo sin pulsar el botón de correr. Disfrutar de cada lugar, y más que de cada lugar de cada momento, se hace imperativo en este descenso a los infiernos que tiene como protagonista a una Senua inolvidable.


Algo así como La Divina Comedia contextualizada en la cultura celta (demasiado pretencioso). Senua es una guerrera que sufre psicosis y que busca la salvación del alma de su difunto amante. Con la cabeza arrancada del susodicho envuelta en una bolsa y una vida llena de sufrimiento y temores potenciada por un pueblo que le temía y culpaba de todos los males, Senua emprende un viaje de esperanza que se acaba tornando en un viaje de aceptación, de enfrentarse a todos los demonios que le llevan acosando toda su vida y de encontrar un final a un sufrimiento que está durando demasiado.


Su psicosis será el tema principal que se manifiesta a cada paso en Hellblade (no lo es, el tema principal es Senua por encima de su psicosis). Los primeros nombres que te arroja el juego en sus créditos son los de los neurocientíficos asesores que han trabajado para plasmar en el juego la realidad de aquellos que la padecen. Si vas más allá y ves el documental que se incluye con el juego, verás que también se ha contado con la ayuda de muchas personas que sufren dicha condición. Hellblade acaba siendo un compendio de ideas y sobre todo de experiencias que pretenden acercar a los que vivimos en la realidad objetiva lo que desconocemos.

Todo lo visual que más o menos se puede tornar predecible (como tú), pero también lo auditivo. Un mensaje nada más empezar nos advierte de que Hellblade se debe jugar con auriculares que potencien su sonido 3D. Sí, el efecto conseguido es increíble y hará que te los quites pensando que tienes unos auriculares 5.1 cuando casi cualquier tipo de auricular hará el efecto (¿estás seguro de esto? ¿acaso has probado varios?). Las voces en la cabeza de Senua te acompañarán durante todo el viaje, y se genera una sensación de vacío espacial en tu cabeza gracias al audio que sorprende mucho. Hellblade es una pesadilla auditiva, y más de uno se quejará de que es demasiado eso de aguantar durante toda su duración con esas voces susurrándote como si fuera esto un simulador de ASMR. Todos sabemos la respuesta a dicho razonamiento.


Lo del sonido no sólo es un espectáculo técnico inmersivo, también es fundamental en las batallas. Tus voces no sólo están ahí para generarte inseguridad, también sirven de guía en los combates avisándote de los peligros que te rodean y que no puedes ver (por fin dices algo bonito de nosotras). Si vas a recibir un ataque por la espalda  o uno inesquivable ahí estarán para avisarte de ello. Batallas reducidas pero suficientes, salvo en el último tramo que ya trataré dentro de algún párrafo. Batallas que no aportan nada nuevo, pero que a la misma vez están tan bien hechas que emocionan. Un ataque rápido, un ataque pesado, una patada y un botón para esquivar. La diferencia la marca el botón de bloqueo/contraataque. No existen combos más allá de secuencias básicas. Un sistema sencillo, tanto que no necesita ni de tutorial, pero que se alza notable gracias a una personalidad apabullante y a lo intuitivo que se llega a hacer. Desenfundar la espada y andar hacia tu imponente rival que casi te dobla la estatura en medio de una torrencial lluvia con una música más allá de lo épico es, sin duda, una de las mejores experiencias que ofrece Hellblade.


Gran parte de culpa de todo esto la ha tenido el mensaje -que no ha estado exento de polémica- que vemos al poco de empezar. Algo así como "la oscuridad se hace más presente en Senua cada vez que muere, no dejes que se apodere de ella o su progreso será borrado". Lo que viene siendo un aviso de permadeath (jajaja) (jajaja) (jajaja), o lo que es lo mismo, si morimos demasiadas veces tendremos que empezar desde el principio. Ninja Theory te instala verdadero miedo a morir en su juego gracias a esto, y los combates automáticamente se convierten en el doble de interesantes.

Hellblade se completa con partes de puzles que, sinceramente, después de haber jugado a The Witness tampoco es que impresionen (no seas tan soberbio). Ningún juego lo hará después de The Witness, también os lo digo, pero ya me entendéis. Se apuesta por los juegos visuales pero realmente no hay gran variedad en este aspecto. Formar determinadas runas encontrando la vista adecuada como hiciéramos en los enigmas de la saga Arkham será lo recurrente para avanzar por estas partes. No me quejo de ello, pero es el aspecto que más por debajo queda.


¿Dónde tropieza Hellblade? ¿Por qué no tiene un 10 con todo lo que estoy comentando?

El juego tiene sus carencias, y no estoy hablando de la falta de interactividad de la que se suele quejar tanto la gente. El sistema de combate es simple y efectivo, y aunque mantiene la épica en todo momento lo cierto es que los combates no se sostienen cuando hay tres o más enemigos en pantalla. En el 1 contra 1 funciona perfecto, y todavía en el 2 contra 2, pero jugablemente cuando la cosa se complica se empiezan a atisbar carencias (o que tú no sabes jugarlo). Esto no es un Batman, desde luego, y tampoco queremos que lo sea, pero hay que ser justo a la hora de analizarlo.

He de decir que el juego llegó durante gran parte de mi partida al 8 (dáselo, se lo merece, modifica la ficha), pero la última parte es un verdadero coñazo jugable. Quizá sea por lo simple del sistema de juego, pero en ese último tramo se evaporó esa maravillosa sensación que mencionaba al principio de estar jugando una introducción y empecé a sentir que estaba jugando a un juego con estructura marcada. Todo esto no hace más que confirmar mis sospechas, que Hellblade es un juego-mediometraje, y que haberlo extendido sólo le hubiera perjudicado porque no presenta nada jugable que le permita estar a la altura. Es realmente un engaño del que estás encantado, como cuando vas a ver un espectáculo de magia (¿y cuál es el problema?).


Como digo, es un juego que todos necesitamos alguna vez (borra el artículo, escríbelo de nuevo). Me ha encantado, pero también me conozco a mí mismo y no tengo tan claro si dentro de, digamos, diez años, voy a acordarme mucho de él (bórralo). Además Hellblade es un juego más maduro de lo que solemos enfrentarnos cuando cogemos un mando, pero la realidad es que los videojuegos están virando hacia esa rama y, dentro de un tiempo, no sé hasta qué punto su efecto se disipará (estás a tiempo, bórralo). En cualquier caso, ha llegado cuando tiene que llegar.


6 comentarios :

  1. Muy buena reflexión. Vale que no sea redondo pero creo que se necesitan juegos como estos, que unan lo ambicioso u original de los Indies con la factura técnica de los AAA. Se queda entre ambos pero el resultado merece la pena y confío que, ya que ha tenido éxito, haya más juegos que busquen esta tercera vía, en realidad es volver a los AA. El final, en fin, se podría haber hecho mejor. Aún así es de los juegos que más me ha impactado este año y estamos en un año realmente bueno.

    En cuanto al artículo, muy bueno y mucho gusto en conocer a tus voces. Las mías son tímidas, otro día será.

    Saludos fremen.

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    1. En mi caso es lo contrario, el tímido soy yo y las voces son las extrovertidas XD.

      Hellblade ha marcado algo, no sé si el camino de los AA o simplemente un paso más allá en madurez de un videojuego, pero su incidencia está siendo bastante palpable. Para mí también, a pesar de todo, de lo mejor de 2017.

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  2. Lo de dejar salir al mr hyde ha dado buenos resultados, esta es de tus mejores reviews. Quizás deberías seguir haciéndolo.

    "¿Cuántas veces os ha pasado que habéis empezado un juego y su introducción os ha enamorado? (le encanta empezar con preguntas)" ¿cuantas veces has empezado una review enfatizando cuanto te estaba gustando el comienzo del juego?

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    1. Jaja, gracias por lo de las voces ^^. La verdad es que no estaba muy seguro sobre hacerlo así o no, pero últimamente me está dando por hacer reviews un poco más... diferentes.

      Gracias por lo de que es una de mis mejores reviews. Está feo que yo lo diga pero a mí también me gusta, y no es algo que me suela pasar. No por lo de las voces, que es un poco una tontería, pero por todo en general. Se me da siempre mejor analizar juegos chorra que juegos de este nivel que han marcado tanto este año, así que estoy particularmente orgulloso del texto por una vez en mi vida xD.

      Gracias de nuevo ^^

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  3. Excelente artículo. Muy buena las voces. xd

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