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18 nov 2015

Duke Nukem Forever

El tortazo que se llevó Duke Nukem Forever fue inmenso, y probablemente bastante justificado. Hoy tenemos un análisis de uno de los juegos más masacrados por público y crítica, además desde el hecho de haber sido rejugado, lo cual siempre resta emoción. Repasamos un poco su historia y ponemos atención especial al juego, intentando descontextualizarlo lo más posible. Que Duke nos pille confesados.



Sólo Duke podría salir vivo de semejante panorama.

Duke Nukem Forever es un juego que tardó catorce años en ver la luz. Fue anunciado en 1997 por 3D Realms tras el exitoso Duke Nukem 3D, y empezó a sufrir retrasos a lo largo de los años posteriores. "El juego saldrá cuando salga", dicho por 3D Realms en 2001, fue una de las frases que mejor resume el grado de desesperación que había por entonces por parte de los desarrolladores a la hora de afrontar la expectación de los usuarios.
 
En ese momento hay un tremendo parón sin justificación aparente. El juego simplemente desapareció, y no se mostraron imágenes ni vídeos promocionales durante seis largos años, hasta que en 2007 pudimos ver un nuevo teaser recordándonos que estábamos esperándolo -¿de verdad alguien se acordaba?-. Lo malo es que el efecto no tuvo repunte ninguno, el juego volvió a caer en la oscuridad y además entró en batallas legales que definitivamente le condenaron. 3D Realms afrontó un periodo de pérdidas y el equipo responsable del proyecto murió. Claro, esto de los videojuegos es un negocio, y Take-Two Interactive, la distribuidora con los derechos del títulos, acabó hasta los cojones de acero de tantas idas y venidas por parte de 3D Realms, por lo que se inició una guerra en los tribunales de la que salió perdiendo el jugador.

Duke Nukem Forever tiene bastantes partes de auto-homenaje

En 2010, cuando Duke Nukem parecía muerto, 2K Interactive anuncia que Gearbox Software está desarrollando el juego, y no sólo eso, sino que la cosa va muy avanzada. Tanto es así que el juego finalmente hace el amago de salir en Mayo de 2011, pero al final, por un nuevo retraso, lo hace un mes después. Así, un caluroso 10 de Junio de 2011, Duke Nukem veía finalmente la luz tras un parto de catorce años.

Duke jugando a su propio juego: "¡Después de 14 putos años como para no gustarme!"

¿Pero cómo se dio el parto?

Cuando uno lee el último párrafo de la historia de Duke Nukem Forever tiene la impresión de que Gearbox Software estuvo metida en unas instalaciones subterráneas donde sólo podías entrar mediante reconocimiento testicular donde se estaba desarrollando en secreto el juego, para anunciarlo y prácticamente lanzarlo a continuación. Después de jugar -y rejugar- el juego, las sensaciones son bastante diferentes.

Tits!!!!
...tits???
Y es que en el fondo la cosa huele más a "oye, la gente sigue esperando al Duke y tenemos prácticamente todo el trabajo hecho. Cojámoslo, llenémoslo del humor Duke y lancémoslo al mercado de una vez que nos vamos a asegurar buenos fajos". El juego está tan descuidado que me gustaría saber cuánto tiempo de desarrollo real metió Gearbox en la ecuación. Es un shooter tan genérico, tan normalito y con tan poca variedad de gráficos y situaciones que en vez de 2011 podría haber pasado perfectamente por uno de 2008 -siendo generosos-.

Ahora bien, si nos quitamos todo eso de la cabeza -difícil-, lo que nos queda es un FPS normalillo, de los que te encuentras sin esperar gran cosa y te acabas tranquilamente en unas horas. Un juego de transición entre el The Witcher de turno y el GTA. Poco profundo, rápido, corto incluso y con suficiente diversión para no ser un tiempo perdido. Bueno, todo bien salvo cuando llegan esas asquerosas fases de torretas completamente ineficaces por las que tenemos que pasar sí o sí.


Divertido no ya por el juego en sí, si no más bien por un Duke Nukem que está en toda su salsa. A mí al menos me pareció un Duke a la altura de los de antaño en cuanto a su humor. Precisamente ése ha sido el problema, que Duke Nukem Forever es algo así como si viniera alguien desde el pasado a contarte chistes de la época. Pero vamos, que yo como soy de risa fácil pues todo bien. De hecho, teniendo en cuenta cómo es el juego, uno quiere avanzar únicamente para llegar a la siguiente salida de tono de Duke Nukem en lugar de para ver el siguiente escenario.

Lo disfruté la primera vez, y lo disfruté cuando lo he rejugado. Está claro que su historia es una losa tremenda y que como digo sus críticas no están faltas de razón porque no es un juego precisamente bien hecho, pero oye, ofrece su diversión y tampoco es que haga daño a nadie. Eso sí, el futuro de Duke Nukem creo que está más oscuro que cuando estuvo en ese pozo de depresión desarrolladora. No sabemos qué será del rey, pero ahí estaremos todavía algunos súbditos.


5 comentarios :

  1. Su gran problema no es ser un juego mediocre con un sentido del humor de lo más incorrecto, sino que esto es lo que salió de 14 años de desarrollo y los que lo compraron tenían magníficos recuerdos de Duke Nukem Forever y les pareció una tomadura de pelo. Así, un juego que hubiera tenido críticas mediocres y que se hubiera apreciado o denostado su sentido del humor quedó eclipsado por un 14 años para esto: ¡a la hoguera!

    No hace daño, pero me negué a pagar por él porque e sentía casi estafado y recompensar económicamente a Gearbox por sacar algo así, como que no.

    Saludos fremen.

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    1. No está tan mal! Lo habéis odiado demasiado para lo que realmente es. Es tan mediocre en tantas cosas que no se puede odiar xD

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  2. Lastima que llegara tan tarde y en esas condiciones. De haber salido cuando debía, lo recordaríamos como todo un clásico. Esperemos que haya una nueva versión, Duke Nukem merece un entierro mejor que este.

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  3. Como ya dije en el After the ShitStorm. Tenía ciertos elementos que le daban su personalidad, pero muchas otros que le hacían parecerse al copi-paste del shooter actual más genérico. Para más información, el delicioso SPAM xD

    https://youtu.be/bzNNqZhI6Sw

    Pero si, estoy de acuerdo contigo. No es un desastre de proporciones bíblicas, simplemente un juego decente que podría haber aspirado algo infinitamente mejor.

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