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16 jul 2015

Playmobil

¿Qué se han pensado esos maricas de LEGO?



Esto en teoría iba a ser un análisis de Playmobil: Knights, pero que le den. Eso sí, a ver si se iban a pensar los de LEGO que tenían la exclusividad de hacer videojuegos. Además, tampoco os penséis que son la bomba, que últimamente se empieza agotar su fórmula a base de sacar títulos y títulos. Nosotros, los niños que éramos unos zotes y no queríamos construir una mierda, nos lo pasábamos pipa con nuestros Playmobil. Mientras que el de al lado estaba construyendo una granja con sus piezas LEGO -siempre le faltaba alguna- yo estaba ya echándole agua a las plantas de la mía con la miniregadera -la cual llenaba de agua real y llevaba a todas partes-. Vale, el otro ahora es ingeniero y ha salvado al mundo siete veces y yo me dedico a analizar el Playmobil: Knights, pero no os dejéis engañar.

Playmobil: Knights es un juego para Nintendo DS con unos gráficos decentes, un sistema de mercadeo curioso y una duración exagerada que te hacía echar un montón de tiempo inservible haciendo de recadero entre un reino y otro. No es mal juego, pero creo que es evidente que mucha chicha no se le puede sacar. Es uno de esos buenos malos juegos sin más.

Así que, como dudo que mi análisis dependa de que el juego venda más o menos o sirva a alguien que esté dubitativo a la hora de comprarlo -¿comprarlo?-, creo que es más interesante para vosotros saber que la granja de Playmobil era mi favorita, porque me gustaban mucho los animalitos -en especial los cerdos- y me recordaba a mi pueblecito con su huerto y sus cosas de campo. Montar el tejado era una mierda. En especial las tejas estas que se quedaban como tolditos dejaron en mí un profundo trauma. Tan complicada era su construcción que hasta tenía que pedir permiso a mi madre para montar la granja. Eso sí, me encantaba poner la valla de distintas maneras creando extensiones de terreno diferentes. Para que luego digan que no era creativo todo esto. También tenía la escuela. Bueno... la escuela acabó anexionándose a la granja porque me apetecía tener niños por la granja con sus carteras, así que eso acabó siendo la granja-escuela. Me encantaba enganchar las mochilas a los niños. Lo que me jodía era que no se les podía quitar el pelo. Todavía lo recuerdo y me jode.

Exactamente esta granja. El gotelé de la pared también podría ser exactamente el mío

Además de esto contaba con el iglú, el cual me gustaba pero echaba de menos un poco de construcción. No, el iglú no lo metía dentro de la granja. Tan sólo había que ponerle la cúpula de arriba y ya estaba montado. ¿Y luego qué? Pues no sé, tampoco se me ocurren muchas cosas con las que jugar al iglú. Recuerdo que realizaba intercambios de leche entre la granja y el iglú a cambio de... ¿de qué? ¿de hielo? Vete tu a saber. Anda mira, intercambios de productos como en el juego Playmobil: Knights, para que luego digáis que mi análisis no es la leche. Anda mira, la leche, como lo que transportaba en los intercambios. Bueno, ya paro.

Luego ya un poco en segundo plano quedaba el fuerte de Playmobil. En segundo plano porque era de mi hermano, pero nuestros juguetes siempre fueron compartidos. También recuerdo tener indios, pero la verdad desconozco si venían con el fuerte o cómo venía la cosa. Recuerdo pelearme duramente con mi hermano porque él me solicitaba leche de la granja y yo no se la llevaba. Nada me enseñó tanto sobre las leyes del libre mercado y la globalización.


Vienen a mi mente flashbacks de otras cosas como una lancha motora que me gustaba tirar al agua, pero ya eran objetos menores. Es que qué caros que eran los jodidos -y siguen siendo-. Todo esto me ha dado ganas de sacar la granja y volverla a montar, pero no la tengo en esta casa por lo que no podrá ser. Tendré que conformarme con hacer cosas de adultos como montar el Megazord, que eso sí lo tengo aquí.


21 comentarios :

  1. PLAYMOBIL!! En mi casa éramos más de Lego, jaja. Mi hermano se pasaba horas y horas montando cosas y se aprendió de memoria cómo montar cada una de las cosas que tenía (que si coches, naves, fuertes del oeste, estaciones de bomberos...). Ahora él es ingenioero XDDDDDD pero no ha salvado al mundo. Aún XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

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  2. Jo, yo nunca tuve superpacks de Playmobil. Sólo tenía playmobils sueltos, y animalicos y cosas que, la verdad, nunca supe bien de dónde salieron. Recuerdo que puse a una mujer playmobil encima del radiador y casi se le fundieron los pies y nunca jamás pudo sostenerse de pie, así que le casqué un pelo blanco y dije que era la abuela del grupo. Y tengo muchos caballitos que han ido perdiendo lustre con los años y a los cuales ya no se les aguanta la cabeza erguida, así que están siempre en posición de pastar hierba.

    También recuerdo que en la finca de mis abuelos, en el salón comedor que nunca se usaba, encima de la repisa de la chimenea había un puñetero barco vikingo de Playmobil que a día de hoy todavía ignoro a quién pertenecía (por aquel entonces era la única cría que frecuentaba aquella finca), pero que a mí no me dejaban tocar porque me consideraban una manazas, así que me dedicaba a mirarlo con ojos golosones desde la distancia. ;_;

    A día de hoy lo más raro que tengo es un Playmobil de Alberto Durero que me regalaron mis compañeros de la carrera porque nuestro profesor de Arte del siglo XVI básicamente comparó la melena del susodicho con la mía, y desde entonces existe la teoría de que soy una descendiente lejana del tipo, y en fin.

    También tengo un Playmobil fantasma que venía con una especie de sábana rígida de plastiquete por encima, pero se perdió. A día de hoy sólo conservo lo que es el muñeco, que lo pones debajo de un fluorescente un rato y luego emite cierto resplandor que recuerda al Sr. Burns en el capítulo ése de Los Simpson en el que sale del bosque diciendo "Os traigo amoooor". *_*

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    1. He puesto "a día de hoy" DEMASIADAS VECES e ignoro por qué. Es la hora de la siesta, no me lo tengas en cuenta. Además me ha costado Dios y ayuda redactar el comentario. Estoy espesa. :D

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    2. A Día de Hoy: La Película.

      Mi abuelo no tenía playmobil, pero si gi joes, que se los compraba para él. Toma ya XD.

      Yo conservo mis Playmobil todavía, pero en una casa que no piso desde hace como 15 años xD. Si alguna vez voy seguro que me da por sacarlos.

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    3. "A día de hoy lo más raro que tengo es un Playmobil de Alberto Durero"

      Bravo; Grande.

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  3. Playmobol, eso era para hipsters, yo tenía los clicks de Famobil incluido el barco pirata que, claramente, tenía demasiadas cuerdas. Entre ellos, los airgamboys, algún madelman, algún geyperman despistado y montones de soldaditos de plástico organizábamos unas que ya les gustaría a los de Total War xD

    Estupenda entrada, con su toque nostálgico y todo. Al juego ni con un palo, eso sí.

    Saludos fremen.

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  4. Siempre que se habla de este tipo de cosas, me siento desplazado, ya que mis padres nunca me compraban cosas de marca, porque según ellos "era muy caro". Para que te hagas una idea, lo primero que tuve de marca fue una Game Boy Pocket en el año 2000 que le compré a un amigo a base de ahorrar mis 100 pesetas de paga semanal. Y ojo, no es que fuéramos pobres ni nada por el estilo.

    ¿Resultado? Ahora soy igual o más tacaño de lo que eran mis padres. Y NO PUEDO SER MÁS FELIZ.

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    1. Yo muy tacaño no soy, pero ratilla sí. No me importa dar dinero si algo es bueno (y lo tengo), pero puedo estar mirando meses una misma cosa hasta finalmente comprarla valorando todas las opciones posibles. Sólo hay que verme e el supermercado eligiendo una pizza durante diez minutos porque no me decido xD

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  5. En mi casa eramos de popos (comúnmente conocidos como Pinypon). A esos sí que les podías quitar el pelo. Excepto a uno, que lo tenía encallado.
    El mayor hobby de mi hermana pequeña era ofrecerlos en sacrificio al vídeo, quien se los comía muy a gusto por la ranura donde se metían los VHS. Yo me limitaba a cambiarles los peinados para que los chicos llevaran lacitos y coletitas.
    Los popos de ahora son un asco. Ni si quiera debería de llamarlos popos, son pinypons.

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    1. Pero los Pinypon eran de chica cuando yo era pequeño! Yo no podía ir a clase y decir que me habían regalado Pinypon, me caorrían a gorrazos. Ahora lo veo con otros ojos pero vamos... xD

      Ahora con los DVDs estarán tranquilos tus pinypon, nadie se los come.

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  6. Los megazord eso si que son construcciones de la ostia. Cinco robots crean uno mas grande, mas fuerte, capaz de destruir edificios de cartón piedra. Eso si que eran power rangers y no lo que hay ahora

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    1. Y no sólo eso!!! Montabas el mostrenco con los robots y luego podías tener otro mostrenco aparte, y combinar ambos mostrencos para formar un megamostrenco. MASTER RACE.

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  7. Bueno, ¿Quién no ha tenido el Fort Glory? Aunque siempre me han gustado más los Legos, te salía más a cuento tener los Playmobil.

    Y todo porque a diferencia de los anteriores, estos no los ibas perdiendo pieza por pieza hasta que tu queridísima nave Ala-X se convertía en un amasijo de piezas aleatórias que parecía más un engendro de la naturaleza que ruega por ser sacrificado que a una nave espacial...

    Joder como echo de menos my Ala-X y mi SnowSpeeder de Lego...Snip... ¡PUTAS PIEZAS!

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    1. A mí nunca me dio por los LEGO. Imagino que si mi primer juguete hubiera sido LEGO hubiera tirado por ahí, pero fue un Playmobil así que ya "eligieron equipo por mí".

      La verdad es que cuando tenga hijos me decanto más por LEGO que por Playmobil, pero no sé no sé...

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  8. Siempre que leo a alguien de nuestra generación hablando de juguetes o cualquier otra cosa relacionada, me doy cuenta de lo similares que han sido las infancias de todos xD.

    Sí, yo también tenía todos los Playmobils que has mencionado. Me encantaban y no, nunca me entusiasmaron los LEGO, jajajaja. También tenía muchos otros sets, pero siempre se me quedó la espinita de que no me trajeran la mansión esa tan chulona de varios pisos, ¡hubiera sido tan feliz! La pedía cada maldito año, pero debía ser tremendamente cara :P

    ¡Besito!

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    1. Todos con vidas paralelas, formamos parte de un engranaje preprogramado, a lo Matrix xDD.

      Es que creo que los LEGO lo petaban pero internacionalmente. En España conozco muy poca gente, al menos de mi generación, que tirara por LEGO en vez de Playmobil.

      Son carísimos. Yo cuando era pequeño no tenía constancia de ello, aunque por ejemplo de otras cosas sí. Fue ya de bien mayor cuando me di cuenta de lo carísimos que son los juguetes estos.

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Joer que ataque de nostalgia! Yo era más de los... Airgamboys!!! He disfrutado de leer el artículo! un saludo.

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