SLIDER

8 ago 2013

La teoría del lanzamisiles

Una teoría así veraniega que me ha venido a la mente (probablemente por el exceso de calor). ¿Hay alguna forma de delimitar un FPS? Conocemos muchos estilos, porque siempre nos ha gustado catalogar las cosas para tener todo ordenadito por volúmenes como si todo fuera una enciclopedia, pero realmente no hay nada que delimite lo que de verdad importa de un FPS. Que si tácticos, que si "con tintes de RPG", que si sandbox, incluso FPS que se mezclan ya con Tower Defense como Sanctum... Todos responden en su definición a la misma pregunta, su estilo, pero... ¿a quién le importa el tipo de FPS realmente cuando tiene un arma en sus manos y un ratón para hacer click (recordad amigos, que no hay nada peor que un FPS con mando y auto-aim)? Lo que de verdad hay que preguntarse cuando te interesas por un FPS por primera vez es... ¿cuán cafre es?

Y eso es lo único que debería importarte en un principio, para bien o para mal. Ya sabéis que soy muy oldschool y siento debilidad por la destrucción injustificada. Lo pudisteis comprobar en juegos como Shadow Warrior, Hard Reset, Duke Nukem 3D o, en un nivel distinto, Borderlands 2, pero también gozo de lo lindo con grandes maravillas más "realistas" y "serias" que se centran en aspectos distintos más allá de la propia diversión que supone la destrucción sin pies ni cabeza. Esto, lejos de ser una entrada para llenar este párrafo de hipervínculos, es para que nos hagamos una pregunta: ¿cuál es la herramienta que nos permite medir el nivel de cafrerío en un juego? Como podéis deducir en el título, esa herramienta es el lanzamisiles.


O mejor dicho, la capacidad que tenga el lanzamisiles. Vale que en los juegos cogemos los lanzamisiles cuando ya nos hemos hecho una buena idea de qué va la cosa, pero si aislamos cada aspecto del juego, la capacidad de munición de esta querida arma será la que nos diga practicamente cómo jugar al juego que tengamos entre manos. Si pillamos un lanzamisiles y su capacidad es, digamos, de unos cinco misiles en el mejor de los casos, estamos ante uno de esos juegos muy realistas que hacen que tengamos que usarlo en momentos muy puntuales y casi prefijados por la historia. Es el caso de juegos como Call of Duty. Sin embargo, si vemos que al coger un lanzamisiles el contador de munición máxima llega hasta cincuenta (caso de juegos como el mencionado Shadow Warrior), podemos deducir que estamos ante un caso de cafrerío pandiloco importante.

En definitiva, para no establecer cifras, podemos decir que, en el momento en el que te permites el lujo de llevar un lanzamisiles y usarlo como un arma de día a día (esto quiere decir que te lo equipas como quien se equipa la metralleta de turno para avanzar y matar al secuaz que moriría sólo con un balazo de pistola), estás ante un juego brutote. Déjate de tonterías de cubrirte y cosas similares y sal a pecho descubierto con tu eficaz arma. Ni qué decir tiene si el juego se llama Serious Sam y tienes una reserva de 100 misiles (200 por tanto si estás jugando en cooperativo).

Y si a los 100 le sumas que a veces te encuentras con misiles infinitos...

Así que ya lo sabéis, si alguna vez vais a una tienda de juegos a preguntar por un FPS, vuestra primera pregunta debería ser: "¿Cuántos misiles puede llevar el lanzamisiles?

3 comentarios :